Cuaderno de surcos, ji arquitectos + Blas Antón. Viña Lanciano – Concéntrico 10.

Entre los días 25 de abril y 1 de mayo ha tenido lugar la celebración del décimo aniversario de Concéntrico, Festival Internacional de Arquitectura y Diseño de Logroño. Concéntrico 10 ha utilizado la celebración de sus primeros diez años de recorrido para seguir apostando, una ocasión más, por la reflexión sobre la ciudad a través de intervenciones de arquitectura temporales que varían en formato y contenido.

Una vez más, la Fundación Cultural de los Arquitectos de La Rioja, junto con Javier Peña Ibáñez –promotor de Concéntrico–, han contado con el apoyo del Ayuntamiento de Logroño, el Gobierno de La Rioja, Garnica y Bodegas LAN, así como “más de 30 instituciones, entidades y empresas locales, regionales, nacionales e internacionales”.

Este año, Concéntrico ha presentado un total de “21 intervenciones, encuentros y actividades en las que participan más de 100 profesionales de 20 nacionalidades diferentes”.  A la ya extensa lista conformada por las 120 instalaciones urbanas recogidas en las pasadas nueve ediciones, se suman las de este año, diseñadas por un heterogéneo grupo de profesionales que han contribuido desde diversas disciplinas como el diseño, las artes visuales o la arquitectura: Willem de Haan, Sara Ricciardi Studio, Soft Baroque, Muoto + Georgi Stanishev, Agence Spatiale, Corvin Cristian, Outpost Office, Malte Martin, KOSMOS, RaivioBumann, Syn Architects, Alei Verspoor, Fred Sancère—Encore Heureux architectes, Make it rain, Traffic Design, Esdir, Esd Madrid, Javier García, ji arquitectos + Blas Antón, JBVA + Eugenio Nuzzo + Anatole Poirier + Alex Roux, Daryan Knoblauch. Las distintas instalaciones se han acercado a asuntos tan diversas como la mezcla de lo excepcional y lo cotidiano en el espacio urbano, presente en la propuesta Monumento Público de Willem de Haan, o a cuestiones como la reflexión sobre la configuración histórica de los espacios que habitamos, presente en el caso de La Muralla, obra de Muoto + Georgi Stanishev.

De un modo similar a otros años, la organización de Concéntrico decidió convocar un concurso de ideas público para la realización de tres intervenciones en tres espacios singulares: viña Lanciano (en colaboración con Bodegas LAN), un viñedo de alto valor paisajístico y ecológico; la plaza de Escuelas Trevijano, espacio de referencia en el festival por significar el inicio del recorrido por el mismo, y que participa por último año en la convocatoria; y en tercer lugar el parque del Espolón, en el que se propuso una intervención capaz de repensar el modelo tradicional de quiosco en diálogo con la Concha del Espolón (convocatoria “Celebrar la Ciudad”).

En la plaza de las Escuelas Trevijano, se ha ejecutado Poplar Assembly de Francisco Javier García García (España), que obtuvo el primer premio en este espacio. La propuesta se basa en una hilera de chopos que definen un perímetro vegetal permeable y une espacio interior de reunión. Los árboles, de rápido crecimiento, serán cedidos al ayuntamiento tras Concéntrico para ser aprovechados en otros puntos de la ciudad, permaneciendo así como legado para Logroño. La propuesta ganadora en Viña Lanciano ha sido Cuaderno de surcos de ji arquitectos + Blas Antón (España), que se configura como una reinterpretación del paisaje desde la “intuición innata”. En colaboración con los colegios de primaria de la ciudad de Logroño se han diseñado unas piezas coloridas de madera que se han elevado sobre el viñedo por medio de grúas móviles. Una vez concluido este “paisaje sobre el paisaje” tras el festival, las piezas serán reutilizadas en parques infantiles. Para el parque del Espolón, la propuesta seleccionada ha sido Palo de mayo de JBVA + Eugenio Nuzzo + Anatole Poirier + Alex Roux (Francia). Se trata de un elemento vertical interactivo, que en palabras del equipo ganador “es una invitación a la fiesta, al encuentro y al intercambio”. Paneles de espejo, altavoces, un sistema de nebulización de agua y un sistema de iluminación han focalizado la atención de un espacio urbano que se ha convertido en un punto de encuentro y de intercambio.

Con ocasión del décimo aniversario, la organización de Concéntrico ha incidido en la importancia del aprendizaje adquirido, poniendo en valor de las prácticas colectivas desarrolladas por asociaciones y entidades locales que son capaces de tejer urbanidad a partir de la promoción cultural. En línea con estos valores, este año se ha implementado un nuevo programa denominado “La calle a 10 años”, lanzado en colaboración con Porto Academy y desarrollado a partir de un concurso de ideas que buscaba respuestas a la siguiente pregunta: “¿Cómo podría ser una calle si se transformara con una estrategia de actuación a diez años?”

La propuesta ganadora fue Scenius 26003, obra del arquitecto irano-alemán Daryan Knoblauch, que ha sido capaz de integrar el tiempo como una variable más de diseño. La pieza central de esta instalación es una cubierta textil denominada “megáfono”, pensada para ser descolgada de una grúa móvil, y que reaparecerá cada año y durante los próximos diez hasta 2034. Este elemento está llamado a generar un espacio de diálogo colectivo itinerante, con capacidad de aparecer en diversos puntos de la ciudad y dar voz a los habitantes de Logroño. Esta apertura a la ciudadanía pemitirá que, bajo esta carpa itinerante, las voces locales –pero también externas– puedan participar en la revisión de los planteamientos de partida de la propuesta y sus propuestas iniciales (renaturalización del entorno, modificación del carril bici cercano y consolidación de un pabellón para la ciudadanía), proponer nuevas intervenciones y revisar aquellas puestas en marcha en el entorno del que partía la convocatoria (conformado por las calles Beti Jai y Duquesa de la Victoria). El principal valor de la propuesta de Knoblauch es la adaptabilidad en el tiempo, incorporando la participación ciudadana no solo en el producto urbano final si no también en la construcción y consolidación del mismo.

Con todo, esta nueva edición de Concéntrico profundiza en temas de actualidad como son la reflexión en torno a la vivienda, la revalorización del patrimonio, el trabajo con el confort higrotérmico, la reinterpretación de lo vernáculo, la reutilización de materiales o la renaturalización de nuestras ciudades. Todo ello, con el marcado carácter que ha consolidado este festival: la experiencia de la ciudad por medio de instalaciones, exposiciones, encuentros y actividades que expanden el uso del espacio público, refuerzan la idea de comunidad y promueven el diálogo en la ciudad contemporánea.