María Teresa Táboas Veleiro es una arquitecta española nacida en la Ciudad de México, formada en la Universidad Autónoma Nacional de México, es doctora por la E.T.S.  de Arquitectura de A Coruña, su tesis El color en la arquitectura fue dirigida por César Portela. Cuenta con estudio profesional independiente, habiendo recibido numerosos premios. Ha sido Decana-Presidente del Colegio Oficial de Arquitectos de  Galicia (2003-2007) y ha formado parte del gobierno de  Galicia como Conselleira de Vivenda entre 2005-2009, fecha esta última en la que fue elegida diputada del Parlamento Gallego, cargo que ocupó hasta 2012. Actualmente es vicepresidenta de la Unión Internacional de Arquitectos. Es autora de diversas publicaciones tanto en colaboración como de manera independiente, destacando entre otras Emigración y Arquitectura,” Os Brasileiros” o El color en la Arquitectura.

Entrevista

> ¿Cuál es tu opinión de acerca de la Ley de Calidad de la Arquitectura? ¿Crees que era necesaria?

Creo que era necesario elevar a rango de ley, la importancia que tiene el entorno construido en la vida de las personas, porque de la calidad de la Arquitectura también depende el poder construir una sociedad mejor. Finalmente son los escenarios donde se desarrolla la vida, tanto en los espacios privados, como puede ser la vivienda, como en los equipamientos y espacios públicos. Pero ahora hay que llevarla a la práctica, y utilizarla como vector principal desde la administración pública, en cada uno de los proyectos que pongan en marcha.

Para evitar que quede fosilizada.

> ¿Qué crees que ha quedado del Proxecto Terra que puso en marcha el COAG cuando eras Decana? ¿Cuáles eran sus objetivos y aportaciones?

El Proxecto-Terra, creo que fue, y es, un gran proyecto educativo y divulgativo, de una calidad y vanguardia como pocos en el mundo. De hecho, recibió el Premio Nacional de Urbanismo. La idea de este cuando se puso en marcha era provocar a través de la educación, una mayor conciencia sobre cuestiones tan importantes como: el territorio, la arquitectura popular, o la arquitectura contemporánea. Generando de esa manera futuros ciudadanos más comprometidos e implicados con la importancia de la arquitectura y el territorio.

> La autoconstrucción en los países en vías de desarrollo es un proceso que afecta tanto al territorio que define como al paisaje ¿Crees que es un proceso que se puede reconducir con soluciones viables?

En países con crecimientos demográficos exponenciales, y empobrecidos, este es un problema complejo, ya que la cuestión paisajista no es lo relevante. Tenemos que pensar que gran parte de la población mundial, vive en casas en las que no ha habido ni planificación, ni ayuda técnica. Son asentamientos informales, ocupando territorios muchas veces con graves problemas de riesgos (inundaciones, terremotos etc.). Por lo tanto, el principal problema es el de la salud y seguridad de quienes los habitan, como la falta de infraestructuras de saneamiento o agua potable.

En este caso habría que hacer una planificación mínima desde la administración pública, y dotarlos con unos servicios mínimos sanitarios, y una documentación técnica básica, para la autoconstrucción.

> En los últimos tiempos se habla mucho de viviendas incrementales, la obra de dos Pritzker como Aravena o Doschi va en esa dirección ¿Piensas que es una opción en la obtención de una vivienda digna para los menos favorecidos? ¿No se podría entender como un elemento de desorden y descontrol en la imagen urbana? ¿Cómo podría controlarse?

La realidad del mundo es esa, y la única forma de evitarla, es impedir las grandes desigualdades económicas en el mundo. No es una cuestión estética, es una cuestión de justicia social. Hay 700 millones aproximadamente sin agua potable en el mundo, 3 mil millones de personas que viven con menos de 2 dólares al día, 1200 millones de personas que no tienen electricidad en casa.  Como bien señala la primera de las 10 lecciones de Copenhague, como resumen del Congreso de la UIA celebrado en Julio de 2023:

No hay belleza en la exclusión.

> En la misma línea ¿Crees que se pueden prever las situaciones de emigración en las grandes ciudades preparando suelos con una mínima ordenación y normas regulatorias básicas de urbanización y construcción?

Por supuesto la administración tiene que realizar esa mínima ordenación como decía anteriormente, brindar un apoyo técnico mínimo a esas grandes migraciones del campo a la ciudad, y del sur global al norte rico. Pero hay que ir al centro del problema, que son las grandes desigualdades a escala global.

> La consideración de la función social de la arquitectura parece resurgir de nuevo. A tu juicio, ¿qué puede aportar?

Debemos reajustar nuestros valores a los tiempos, repensando cómo queremos organizarnos a escala global. Porque mientras algunos construyen bombas y crean destrucción, nosotros estamos en el lado opuesto, construyendo casas, escuelas, hospitales... esa es nuestra verdadera función social: diseñar y construir un mundo mejor.

> ¿Cómo ves el prestigio y calidad de nuestra profesión n España en relación con otros países?

El gran valor de nuestra profesión nuestra en España es que es de los pocos países en que la formación sea tan amplia, pero eso también se traduce en una enorme responsabilidad en todo el proceso constructivo.

> ¿Crees que desde cargos en las instituciones colegiales se puede mejorar la calidad de la arquitectura?

Por supuesto que sí, se puede hacer mucha labor de divulgación de la importancia de nuestra profesión para dar respuesta a los grandes retos de nuestro tiempo histórico.

> ¿Desde la Conselleria de Vivenda planteaste unas novedosas y exigentes normas de habitabilidad, en alguna medida contestadas ¿Piensas que han influido en la mejora de la calidad de las viviendas? ¿Siguen siendo válidas?

Eran novedosas, y eran necesarias, mejorar la calidad de las viviendas, la mayor inversión que la mayoría de las personas hacen en su vida, hipotecándose durante años, pero recibiendo un producto de baja calidad espacial, lumínica, de ventilación… Claro que han influido, y aunque se modificaron algunas cosas por el gobierno posterior, la mayoría quedo vigente. Por lo tanto la batalla no fue en balde.

> Nombrada recientemente vicepresidenta de la Unión Internacional de Arquitectos ¿Cuáles son tus expectativas?

Las expectativas, son buscar, desde la arquitectura respuestas multilaterales a problemas comunes. Nuestra contribución a los retos que afronta nuestra profesión en todo el mundo. Contribuyendo de forma decisiva a la solución de los grandes problemas a los que se enfrenta el mundo, desde nuestra profesión: el cambio climático, los grandes fenómenos migratorios o las desigualdades sociales.

> ¿Piensas que desde la UIA se presta atención al territorio y el urbanismo o se centra más en la arquitectura?

En este mandato, precisamente, el territorio y el urbanismo tienen y van a tener un papel determinante en nuestras políticas. De hecho, el día mundial de la Arquitectura que instituyó la UIA en 1985, en el año 2023, elegimos el lema "Arquitectura para comunidades resilientes", enfatizando la responsabilidad de la arquitectura en la creación de comunidades sostenibles y su papel en la promoción de un debate internacional sobre la dinámica entre zonas urbanas y rurales. E invitando a los arquitectos y planificadores urbanos a considerar cómo sus diseños pueden contribuir a la resiliencia de las comunidades frente a desafíos como el cambio climático, la urbanización y las crisis económicas y sociales

> Desde la práctica profesional parece que el territorio cada vez se define más desde la práctica paisajística ¿Lo percibes así? ¿En qué medida afecta a la necesidad de adaptación de la formación de los arquitectos?

Hay desde algunos ámbitos esa intención, pero por eso hemos abierto el debate desde la UIA para hablar de territorio.

> Has estado en política, ¿Crees que es posible una auténtica política de vivienda pública que permita cubrir la urgente necesidad de vivienda?

Por supuesto, además es un mandato constitucional, el artículo 47 es claro al respeto, pero a veces algunos que enarbolan la constitución para otras cuestiones, olvidan lo que dice claramente esta en lo relativo a la vivienda:

“todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando la utilización del suelo de acuerdo con el interés general para impedir la especulación. La comunidad participará en las plusvalías que genere la acción urbanística de los entes públicos”.

> Desde la intervención pública parece haber consenso por políticas de vivienda en alquiler ¿Crees posible y necesaria una colaboración pública-privada para crear bolsas de vivienda en alquiler?

Por supuesto, ya se hace en otros países y funciona perfectamente. Si las reglas son claras, y el fin último es dotar de vivienda a precio asequible, y evitar la especulación.

> Te escuche en algún momento que era necesario hablar de hábitat en vez de urbano o rural ¿Cómo definirías este concepto? ¿Cómo esa idea mejoraría nuestro entendimiento del territorio?

Hay que romper el relato cansino que se hace siempre desde la ciudad, como si fuese un ente autónomo. La ciudad ha sido concebida a lo largo de los siglos como un sistema complejo, ajeno e independiente del resto del territorio, del medio rural, del espacio natural, en definitiva, de los ecosistemas de los que precisa para poder subsistir: energía, alimentos, agua y un sinfín de recursos, además de ser también el receptor de sus desechos. Hay que re-equilibrar territorios. Como decía hace unos días Rodrigo Cuevas el cantante asturiano en una entrevista: La España vaciada no existe; yo le llamaría la España sacrificada o la España expoliada

> La proliferación de pisos turísticos es responsable del encarecimiento de las viviendas, la desaparición del mercado de alquiler y la conversión de los centros en parques temáticos. ¿Ves necesaria la regulación de las viviendas turísticas? Nueva York, Berlín o Barcelona lo están haciendo ¿Cómo valoras su impacto tanto económico como social?

Sin lugar a dudas, si el país que vio nacer la gran plataforma de pisos turísticos ya ha regulado con rotundidad en la Ciudad de New York, es porque la distorsión en los precios ha creado un problema de grandes dimensiones sociales.

> ¿Ves factible desde políticas públicas contribuir a la existencia de unas ciudades más cohesionadas socialmente y en la que se integren los grupos más desfavorecidos, entre otros los inmigrantes, frente al dejar hacer?

Desde la administración pública, se tiene que promover la cohesión social, y evitar existencia de guetos en función del nivel de renta, o el origen.

> Las políticas de reequipamiento de los barrios marginales por si solas ¿Pueden contribuir a un cambio de tendencia o es necesaria una apuesta por un reequilibrio en la disposición de los grupos sociales en las ciudades?

Por supuesto, porque no es solo la calidad de las viviendas, sino la calidad del espacio público, que es el lugar de convivencia, y por lo tanto el generador de dinámicas sociales. Por eso decía que haber elevado a rango de ley la calidad de la arquitectura, es darle la importancia que tiene en el desarrollo de una sociedad.

> ¿Cómo podemos los arquitectos contribuir a la resiliencia de nuestras ciudades frente al cambio climático?

Desde el urbanismo, hay muchas iniciativas para evitar por ejemplo, las islas de calor urbano, por el incremento exponencial de las temperaturas, y la falta de zonas de sombra. Es uno de los campos más interesantes que tiene nuestra profesión en estos momentos.

O la descarbonización del sector de la construcción, otro elemento esencial para frenar la crisis climática. Reducir las emisiones de CO2 tanto de los edificios ya construidos, es decir de las emisiones operativas ( calefacción, aire acondicionado, gasto eléctrico etc. ). Pero no podemos quedarnos solo en las cuestiones de eficiencia energética, también tenemos que incidir en las emisiones generadas en la extracción, transporte y fabricación de los materiales utilizados, así como en el propio proceso constructivo.

> La aparición del comercio online y las plataformas de contenidos hacen obsoletos los usos comerciales en la calle ¿Cómo ves la transformación en viviendas de los bajos de edificios frente a la perdida de la diversidad del espacio urbano?

Tendremos que ser más flexibles en la cuestión de los usos de las edificaciones, ya que esos modelos estáticos son obsoletos, pero para ello también será necesario planificar para futuros inciertos y cambiantes, para poder readaptar espacios.

> El trabajo online podrá a largo plazo hacer desaparecer el uso de oficinas, la modificación de la normativa para su transformación en viviendas, como está haciendo Barcelona ¿Será positivo?

Es positivo tratar de dar respuestas a nuevas realidades, con la premisa que también puedes equivocarte, pero la inacción es peor.

> ¿Crees que aquello que no consiguió el movimiento moderno con la zonificación lo conseguirán las nuevas tecnologías convirtiendo nuestras ciudades en grandes centros turísticos y de ocio, con grandes espacios residenciales en su borde y centros de producción en espacios periféricos?

Estamos entrando en una nueva era en el desarrollo urbano que prefiere el uso mixto. En términos simples, el uso mixto combina múltiples usos en un espacio. Esto puede incluir residencial, comercial, cultural, institucional o de entretenimiento y puede tomar la forma de un solo edificio, un bloque, o un barrio.

> En resumen ¿Tienen solución nuestras ciudades?

Las ciudades son metabolismos complejos, vivos, las ciudades ideales han sido el sueño de muchos, recordemos la obra de Tomás Moro “ Utopía “, las ciudades de los socialistas utópicos del XIX, o la Brasilia de Oscar Niemayer y Lucio Costa.

Así que respondo con la descripción de Italo Calvino de la ciudad de Eutropia, de su obra Las Ciudades invisibles:

Al entrar en el territorio que tiene por capital Eutropia, el viajero no ve

una ciudad sino muchas, de igual importancia y no disímiles entre sí,

desparramadas en una vasta y ondulada meseta. Eutropia no es una sino

todas esas ciudades al mismo tiempo; una sola está habitada, las otras vacías; y esto ocurre por turno...

Las ciudades de nuestro tiempo histórico precisan de un análisis y una comprensión de las dinámicas del sistema urbano, de las escalas y de la redefinición de la circularidad de recursos, es decir: de la toma de conciencia de su relación con otros territorios tanto de su entorno como de otros lejanos.  

Por lo tanto, las escalas serán decisivas, ya que a mayor escala ese metabolismo urbano, generará un daño mayor en los ecosistemas cercanos y lejanos, mayor transporte, mayor contaminación, mayor generación de residuos. Hay que repensarlas en términos de innovación y sostenibilidad. Y la escala más importante, el vector de análisis debe ser la escala humana.

Y dejar de diagnosticar la ciudad solo entendida desde su vertiente física, es decir: como un asentamiento humano con una densidad de población. Hay que hacerlo en base, a su acepción original, la del término latino “civis" de ciudadano, de comunidad política organizada.