El premio Pritzker 2020 ha sido otorgado a Grafton Architects, estudio formado por Yvonne Farrell y Shelley Macnamara, un premio de arquitectura y dos profesionales de la arquitectura. El jurado ha estimado que merecían el premio “por su integridad en la aproximación a sus edificios, así como la manera en la que dirigen su práctica”, valores ambos a tener en cuenta en los tiempos en que vivimos, en los que el dilema entre ética y estética están permanentemente presente en el análisis de la profesión, como un debate necesario.

Su presencia aquí tiene mucho que ver con el hecho de haber sido las Comisarias de la Bienal de Venecia de 2018 (planur-e, Verano 2019), que tenía como lema: FreeSpaces. Su novedoso entendimiento del espacio público, como algo elaborado o compuesto por sus usuarios al apropiarse de un espacio físico, diseñado o no para esa función pública en origen, va más allá al integrar otros valores en los que la aproximación al espacio adquiere connotaciones sociales de convivencia, de memoria o referencia, de lo que los proyectos seleccionado para la Bienal dan fe, así como de su vocación de defensa de lo público.

Universidad Luigi Bocconi de Milán. Fotografía: © Paolo Tonato

Pero interesa además la involucración de su arquitectura con el espacio público y como dialoga fundiéndose con el espacio público de manera fluida, en continuidad con el mismo. Tratan de generar filtros entre el exterior e interior, véase la Universidad Luigi Bocconi de Milán, nominada edificio del año en 2008, o el edificio premiado con el primer Premio Internacional de la RIBA a la Universidad de Ingeniería y Tecnología (UTEC) de Lima, descrito por el jurado como un ejemplo de arquitectura civil, preocupada tanto por sus usuarios como por las comunidades del entorno. De nuevo el edificio plantea un filtro en que el que interior y exterior interpenetran, jugando con la diferencia de niveles que incide en estar aquí- allí o dentro-fuera. La presidente del jurado señaló que Grafton Architects ha creado un modelo innovativo de campus universitario altamente responsable hacia el medio ambiente local y de la comunidad y añade: “El concepto de campus vertical desafía las convenciones y muestra al mezcla de espacios abiertos y cerrados, siendo esta la llave del éxito visual y espacial de este edificio”.

UTEC - Universidad de Ingeniería y Tecnología DE Lima. Fotografía: © Iwan Baan

En el edificio de la Escuela de Medicina de Limerick se incide en mayor medida en esta relación entre el espacio público exterior y el interior, superponiéndose dos capas sucesiva a la explanada que precede al edificio, creando un soportal a doble altura que se replica en el interior, siendo la luz la protagonista de esa espacialidad fluida que aparece en sus otros edificios a modo de experiencia sensorial, y que da continuidad al juego del espacio público en su sucesiva privatización. Este edificio no se diseña independientemente, forma parte de una actuación más amplia que la que se integran los edificios para residencia de estudiantes, posicionados en un corredor verde que se conecta con el resto del Campus jugando con la topografía de una manera muy hábil para integrar todas las piezas y recorridos, usando escaleras o rampas y generando un claro eje de conexión con los edificios preexistentes.

Planta de la Escuela de Medicina de Limerick. © Grafton Architects

Este premio cierra un ciclo en la carrera de estas profesionales que llevan cuarenta años trabajando en constante diálogo con el entorno en un ejercicio de responsabilidad social, atentas a evitar impactos y diseñando una arquitectura que tiende a intensificar las relaciones en su contexto, ya sean viviendas, edificios educativos o instituciones culturales o cívicas.