Josep Mª Llop Torné es arquitecto urbanista por la Escuela de Barcelona, ha desarrollado una amplia actividad en su vida profesional, desde su implicación como técnico o político en ayuntamientos como Lleida, donde fue Director de Urbanismo y Obras. También fue Director de Urbanismo de Barcelona entre 1988 y 1991.
Es director de la Cátedra Unesco de la Universidad de Lleida sobre “Ciudades Intermedias – Urbanización y Desarrollo”, desde mayo de 2009, lo que le vincula a la Universidad y a la elaboración del documento Guía del Plan Base de Ciudades Intermedias. Su aplicación y difusión le garantiza una gran experiencia en América Latina y África difundiendo la planificación urbana de manera eficaz y ayudando a la formación de urbanistas. Colabora en diversos Másteres y es ponente en numerosos Congresos. Dirigió de 1996-2020 el Programa UIA-CIMES, sobre Ciudades intermedias, de la Unión Internacional de Arquitectos. En la actualidad dirige el trabajo de ESPON para la presidencia española: ““Los pueblos y ciudades pequeños y medianos de España, Portugal, Italia, Alemania: políticas que fortalezcan su rol en la consecución de territorios activos, inclusivos y funcionales”, en el que se hacen seis estudios de caso, de ciudades concretas en esos 4 países, bajo la responsabilidad de distintas universidades.
Todo ello le convierte en un magnífico interlocutor para hablar sobre la ciudad. Un perfil tan variado hace difícil centrar las preguntas en un solo tema de ahí que el diálogo discurra de casi de un modo aleatorio.
Entrevista
> Como profesional vinculado a la planificación y la gestión, ¿cómo ves hoy en día la renovación de la profesión? ¿Crees que hay equipos profesionales capaces de contribuir a la planificación urbanística del país?
La base cultural de formadores y de las generaciones nuevas es alta. Esa es mi confianza. Aunque es difícil la amplitud y los retos actuales urbanos. Porque ya no son estáticos son también dinámicos. No solo se trata de entender y proponer sobre lo espacial, que aún es la clave del urbanismo. Si que debo comentar que el ejercicio profesional del urbanismo no es fácil por su complejidad conceptual. Además, por la falta de una cultura pública de invertir en planificar, para gestionar mejor lo público. Los planes se pagan mal y tarde.
> ¿Ante una sociedad desvinculada del urbanismo de su ciudad, en que los protagonistas son otros, cual es el papel del urbanista?
La vida humana es terrena y se apoya en el espacio físico. Aportar entendimiento de sus usos y de sus formas de su disfrute u ocupación es determinante. Para que las personas usen mejor su entorno. Pero ayudar a entender, con el saber de otros, y proponer mejoras o transformaciones del espacio urbano y su entorno es el reto actual básico. Quiero señalar que los derechos humanos no flotan, más bien tocan el suelo. El urbanismo es la base de los derechos humanos urbanos y en él los más pobres tienen un bien, que necesitan más que los ricos, que tienen otros muchos bienes. Ahí hay un reto para el urbanismo. Entendido este como compromiso con el lugar. Tanto urbano como de sus territorios. Eso abre el campo del urbanismo a las dimensiones ecosistémicas.
> Has ocupado cargos públicos ¿Desde tu experiencia crees que los arquitectos tenemos, capacidad para, modificar o mejorar nuestras ciudades?
Indico que mi rol en esos cargos ha sido de técnico, aunque de confianza de los políticos. Solo estuve 4 años de alcalde adjunto y sin embargo más de 30 como técnico. Complemento las respuestas anteriores en el sentido siguiente: la formación como arquitecto te permite medir y pesar mejor las dimensiones espaciales. Así como leer y observar las diferencias culturales de la ciudad y de sus grupos sociales. Especialmente si esa formación cuenta con el complemento de la formación en urbanismo. Eso ayuda al técnico a entender. Esta es la base de planificar o de proyectar, para mejorar o para modificar nuestras ciudades.
> Tienes un buen conocimiento de la UIA o Unión Internacional de Arquitectos por tu larga vinculación. ¿Cuáles son los objetivos de ese organismo y en qué medida puede contribuir a la mejora de la profesión?
He dedicado largo tiempo a trabajar para la UIA. Organización de carácter internacional basada en la unión de los pueblos y en los principios de Naciones Unidas. Ese ente si permite trazar líneas de mejora de la profesión. Aunque debo señalar que sus impactos y ritmos son lentos, porque tiene una estructura débil. Cuenta con un secretariado pequeño, ahora radicado en Paris. Sus cargos electos se renuevan periódicamente cada 3 años. Pero si hay comisiones base de la UIA que inciden en las prácticas profesionales. Me refiero a la de ejercicio de la profesión o a la de validación del estándar de formación de las Escuelas de Arquitectura.
> ¿Cómo definirías un Plan Base de Ciudades Intermedias?
Es un método para diagnosticar y proponer acciones, para unas ciudades de escalas intermedias. Es un tipo de plan integral e inclusivo. Integral, porque combina planificación espacial o urbanística con la planificación de proyectos o estratégica. Inclusivo, porque se debe expresar en un solo mapa, eso sí con leyendas a ambos lados. Eso permite centrar la atención en las pocas cosas básicas y también permite hablar y comentar con muchas personas. Se entiende que de su saber se mejora la propuesta final.
> ¿Qué entendemos por Ciudad Intermedia? ¿En qué medida su definición ha de hacerse a partir de su población o de su posición e influencia en el territorio?
La clasificación jerárquica del tipo de ciudades encierra lo intermedio en una talla mediana. Pero la talla es muy relativa a las distintas regiones del mundo y es muy relativa a las diferentes rentas de las poblaciones. Si que existen unas tallas medianas, pero es más importante visibilizar las funciones de “intermediación”. Esto es de interconexión o de interacción. Por ejemplo, entre global y local. Por ejemplo, entre urbanización y naturaleza. Esa idea de “intermediar” es dar mayor valor dinámico y cualitativo a las relaciones de escalas. Sin perder la topología de escala humana, que sus dimensiones espaciales tienen. Son ciudades que toda persona puede usar toda la ciudad en menos de 1 hora andando. Esas ciudades son mayoría en nuestro mundo.
> ¿A nivel global, crees que las ciudades intermedias pueden definirse de distintas maneras, derivadas de su desarrollo histórico, cuestiones ambientales, económicas o sociales?
Conforme. Es cierto que la gran dimensión en número y su gran diversidad urbana y territorial abren esta definición. Tanto es así que -junto a Carme Bellet- en uno de los libros publicados, por la red CIMES, se habla de “perfiles" y de “pautas”. Perfiles de definición y pautas de trabajo. No de definición y propuestas exactas.
> La acelerada concentración urbana ha ido dejando numerosos pueblos abandonados. ¿Hacia qué modelo se debería avanzar? ¿Reforzar esas ciudades intermedias, mejorando sus servicios, o interviniendo también en las cabeceras comarcales o núcleos menores de referencia?
Ambas preguntas sugieren los caminos de avance correctos. Tanto reforzar el sistema urbano y territorial con las ciudades intermedias, como articular unas estrategias y políticas públicas a favor de los nodos más pequeños de ese sistema. Aunque son necesarias, supone tres líneas difíciles de avance: capacitar más a políticos y a técnicos de sus administraciones públicas; descentralización acompañada de recursos presupuestarios; innovar e integrar, en red, con agendas estratégicas de desarrollo, tanto a esos entes públicos como a los actores y a los agentes de la cultura y de la economía de sus áreas funcionales (nueva gobernanza).
> El Plan Base en Ciudades Intermedias ya tiene un largo recorrido. ¿Cuál crees que es su alcance en la mejora de aquellas ciudades en las que se ha implementado?
Efectivamente, eliminando las repeticiones tenemos contados más de 300. Especialmente en América Latina. Hay igualmente 69 en África. La mayoría fruto de cursos taller. Realizados con profesionales de la ciudad en ciudades intermedias. Añado que también han participado políticos locales y estudiantes y profesores de universidades. Se trabaja el Plan Base de esas ciudades. No la gestión local. Paso no olvidado, pero no incluido en el método de plan urbano.
Sin embargo, hay dos ejemplos citados por la Agencia ONU-HABITAT como buenas prácticas de planificación: uno, es el uso de ese método por un gobierno regional (la Provincia de Sante Fe en Argentina) y otro la redacción del plan base en una ciudad pobre, directamente con su equipo local. Esa ciudad es Lichinga en el norte de Mozambique. En ese caso, su topógrafo municipal me expresó que usan el plan base para definir y repartir las tierras, lotes o parcelas destinadas a la edificación. Es el ejemplo más frutífero del método porque se usa directamente desde el plan como instrumento de gestión.
> El Plan Base se define como un instrumento a la vez sencillo y flexible, se plantea para ciudades con escasos recursos técnicos y económicos, ofreciendo una metodología. ¿Son instrumentos eficaces para orientar el desarrollo sostenible y estratégico de las mismas?
Sin duda, como aporta la respuesta anterior, es un instrumento de plan integral tanto porque define acciones de uso del espacio vital (urbanismo) como propone proyectos (estrategia). Pero delimitar las tierras de suelo urbano actual y de los suelos de extensión (a diez años) y de reserva (a treinta años) junto con las grandes áreas verdes o libres es necesario como base de la sostenibilidad del desarrollo urbano.
> Entre sus objetivos específicos está el asumir que el proceso de urbanización genere desarrollo en las ciudades y territorios ¿En qué medida este principio se ha verificado? ¿Cuál es tu grado de satisfacción en participar en su elaboración a lo largo de los años?
No hemos estudiado sus efectos en esta dimensión. Pero sin duda tener un plan claro y visible es positivo. Quiero añadir una de las lecciones del Catedrático de Urbanismo de Barcelona, Manuel Ribas Piera, que decía “planifica que algo queda”. Siento ser indirecto. Pero es así.
> En ciudades de países en los que la planificación está menos regulada que en España, ¿En qué medida el Plan Base sirve para la capacitación de urbanistas? ¿Contribuyen de esta manera a la mejora de la cultura urbanística de sus países?
Ha sido muy poco usado en países desarrollados como España. Tenemos ejemplos de plan base hechos por profesionales de aquí como diagnóstico de prioridad para los planes oficiales. Cito el ejemplo de Teruel redactado por Joaquín Andrés Rubio. El fin era poder señalar que líneas de ordenación del suelo y que proyectos eran prioritarias, en esa ciudad pendiente de la revisión de su plan urbano. Ahí, en su uso como diagnóstico o informe es su utilidad clave. Esa misma utilidad ha servido en países como Ecuador o Argentina.
> La metodología empleada en los Planes Base ¿Es igual de viable en los distintos países? ¿Exige adaptaciones a los distintos lugares, dado su grado de desarrollo y la desigual información de partida disponible? La falta de una buena cartografía e información básica supone un reto ¿Cómo se supera?
No debe ser usada de un modo uniforme ni mucho menos rígido. Primero, respecto al grado de viabilidad y de desarrollo de los países, se tiene que adaptar y enfocar en sus culturas. Especialmente en sus recursos. Por ejemplo, redactamos con profesionales y con profesores un plan base para la ciudad de Jacmel en Haití. Un año después del terremoto. Tanto la situación como los recursos eran de mínimos. Pero el plan podía (hecho desde una Cátedra UNESCO) ir más allá de las limitaciones. Confirmar opciones presentes en sus ideas (recuperar el centro y su litoral turísticamente) u ofrecer una alternativa, a la propuesta de una ampliación de la pista de aviación, pensada casi contra la forma urbana de la ciudad. Ofreciendo un trazado integrado en la traza viaria nueva. Siento no tener retorno de su uso.
En segundo lugar, por supuesto que, en países en vías de desarrollo, no hay cartografía u otras informaciones, del nivel habitual en nuestra cultura de planificación. Pero si que siempre hay las personas que conocen sus ciudades bien. Esos son los expertos. Hay que adaptar el mapa, que resume tanto lo espacial como lo proyectual, a esas realidades.
> ¿En qué medida el Plan Base contempla la participación pública, la contribución de los ciudadanos en la mejora y control de su futuro?
El método pide que una vez redactada su forma inicial esta se dialogue para su mejora o para su modificación. Además, como es un método libre se puede periódicamente actualizar. Porque la idea es más de “inclusión” de la población, especialmente de sus técnicos y políticos, que de participación. Esta pensado como urbanismo inclusivo e integral.
En otro orden de cosas, revolviendo en el despacho, ya se sabe que un estudio de arquitectura es un pozo sin fin, descubrí una ponencia tuya de los años noventa sobre la formación de los patrimonios públicos de suelo, me quedé sorprendido por la vigencia de los métodos que proponías y los objetivos planteados.
> ¿Sigues pensando que es posible la “normalización” del mercado de suelo o del valor de los terrenos?
Esa palabra es una herencia de Joan Anton Solans Huguet para quién trabaje, como joven arquitecto, en el equipo del PGM (Plan General Metropolitano de Barcelona) aprobado en 1976 y aún vigente. Esto es otro tema. Sin duda, normalizar el mercado del suelo es una de las claves del plan urbano. Se trata, como tesis, de reducir las rentas diferenciales de esa ciudad.
Es decir, reducir las diferencias de valor del suelo urbano entre sus áreas más diferentes. Eso amplía el mercado de suelo, porque ofrece más opciones de compra a los promotores, limita pues la plusvalía del vendedor de suelo para edificar. Pero a la vez disminuye la segregación simbólica entre partes, porque esa reducción de las rentas diferenciales no es solo a base de normativa hay que combinarla con obras de mejora de las áreas más débiles, con lo que de hecho aumentan su valor funcional y posicional.
> ¿Cuál es a tu juicio la razón por la que no se han formado los patrimonios municipales de suelo pese a ser un mandato en la legislación desde antiguo? ¿Cuáles han sido las causas?
En un contexto de limitados recursos económicos de los municipios de España, aunque estos han ido creciendo gradualmente en los años de democracia, hay esa limitación, pero pienso que la fundamental es que son políticas pensadas a largo plazo. Se compra suelo lentamente pero continuadamente. Para urbanizarlo por áreas en fases posteriores. Eso no combina bien con las elecciones municipales cada 4 años.
> Ante una coyuntura como la actual de crecimiento de la demanda de vivienda en las ciudades y la incontenible escalada de los precios, ¿crees en la capacidad de esta herramienta para incidir en el mercado de la vivienda, como instrumento de política municipal?
No se puede improvisar el beneficio directo de tener patrimonios públicos de suelo. Tampoco se pueden realizar rápidamente, de un modo general. Si se dispone del mismo sin duda debe usarse en la línea de construcción de viviendas protegidas o incluso mejor de alquiler.
> ¿Ves, en este campo, la cooperación pública-privada para la formación de estos patrimonios o ves más factible la intervención privada autónoma, vía clasificación masiva de suelo por la administración?
Es posible pensar y gestionar fórmulas de colaboración. Estas deben adaptarse o surgir de las condiciones de cada ciudad. Hay el campo de las cesiones obligatorias de suelo edificable que determinan las leyes urbanísticas. Hay la posibilidad de convenios en que unos ponen el suelo y otros ponen la urbanización. Es una respuesta genérica, pero de caminos de gestión. Porque la formula errónea de la calificación amplia de suelos no resuelve dos cosas: Una es la creación de las plusvalías del suelo rústico, que se transforma a urbano. Otra, y principal, está en la clave de la necesidad de reducción de las rentas diferenciales, antes explicada.
> La constitución de los patrimonios públicos de suelo, a priori un buen instrumento de gestión de la ciudad en la consecución de servicios, equipamientos o vivienda, no han prosperado. ¿Conoces algún buen ejemplo o ejemplos como exponías en el artículo mencionado más allá de Lleida en aquel momento?
Sin duda, quiero señalar que ese es un excelente ejemplo, como homenaje al entonces Alcalde de Lleida, Antonio Siurana Zaragoza, y a muchas otras personas que colaboraron en la política de patrimonio de suelo público y de urbanización publica, en mi ciudad. Donde los objetivos antes expuestos se cumplieron. Donde se urbanizó suelo para más de 4.000 viviendas, Donde casi un 40% de ese suelo era para vivienda oficial. Donde se consiguió equilibrar la ciudad. Por un lado, al reducir las rentas diferenciales. Al otro lado al invertir, la mitad de las rentas y de las plusvalías de extensión, en el centro histórico. La gestión efectiva se realizó con la creación de una empresa de gestión privada con propiedad total pública, llamada Empresa Municipal de Urbanismo (EMU). Sin embargo, no puedo responder a la otra parte de la pregunta no se de otros buenos ejemplos. Esa pregunta la respondería mejor la Asociación de Promotores Públicos de Vivienda y Suelo (AVS).
> Muchas gracias por esta lúcida y esclarecedora lección acerca de la función de la planificación nacida de tu dedicación y pasión por la mejora de nuestras ciudades.
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